El diputado nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), Julio Cobos, volvió a presentar un proyecto que impulsa cambios en el huso horario en el país, con el objetivo de ahorrar electricidad e incorporar beneficios para la salud. Propone retrasar una hora los relojes durante los meses de otoño e invierno.
El ex gobernador de Mendoza y ex vicepresidente reflotó una iniciativa de 2022 y volvió a plantear que el país “debe cambiar su huso horario”. Cobos dijo en su cuenta de X que “la Argentina tiene un desfasaje entre la hora oficial (-3) y el huso horario que realmente nos corresponde (-4) y esto provoca varios inconvenientes”.
También invitó a los países integrantes del Mercosur a establecer sus horas oficiales, "dentro de sus respectivos husos horarios, coordinando sus fechas de modificación" para facilitar las "relaciones de sus actividades comerciales, bursátiles, bancarias y de transporte".
"Dicha coordinación propondrá el mayor aprovechamiento de la luz solar en procura de un uso eficiente de la energía, la preservación de los recursos naturalezas y un menor gasto de la población en consumo de energía eléctrica", dice el artículo 3 del proyecto de ley.
Si fuese aprobado, los organismos encargados de realizar los estudios sobre la aplicación del cambio de horario serían la Secretaría de Energía y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (Cammesa).
Qué propone el proyecto de cambio de horario
Según el proyecto de Ley presentado por Cobos, "la educación es uno de los principales sectores damnificados en el desfasaje entre la hora solar y la hora oficial".
"La gran mayoría de los alumnos en Argentina comienzan su jornada en plena oscuridad, produciéndose un efecto negativo en su desempeño escolar", detalló el diputado en el proyecto.
Por lo tanto, deriva en que la diferencia entre la hora solar y la oficial afecta no solo al consumo de electricidad, sino también al desempeño escolar. Por ello es necesario "lograr una mayor coincidencia" con los husos horarios.
La propuesta tomó con sustento un estudio del Conicet a través del Instituto Nacional de Ambiente, Hábitat y Energía (INAHE). Además de la investigación, otro de los argumentos es que cada Estado tiene la "capacidad de definir su hora oficial o legal" porque "no existe un tratado internacional" que obligue la adopción de un sistema particular.